ME DIVIERTO AHORRANDO

La linda María encontró un día una moneda de plata en la peluquería infantil PABLETE´S.

“Veo que has encontrado mi moneda, ¡devuélvemela!”, dijo una voz a su espalda.

María se volvió de repente y fue a encontrarse frente a un ser diminuto, flaco, vestido con una blusa carmesí y un puntiagudo y dorado gorro. Podría haber sido un niño por el tamaño, pero por la astucia de su rostro comprendió la niña que se trataba de un duendecillo.

“Vamos, devuelve la moneda a su dueño, el duende de PABLETE´S insistió, inclinándose con burla”.

“Te la devolveré si adivinas cuándo es mi cumpleaños, de lo contrario, me la quedaré y podré comprar ropa para los niños pobres, porque el invierno es muy duro”.

“Déjame pensar..., ¡tu cumpleaños es el 17 de Marzo!”.

 María se quedó impresionada, ¡el duendecillo lo había acertado!, con lágrimas en los ojos, le alargó la moneda.

“Guárdala”, le dijo entonces el duende, “tu generosidad me ha conmovido, si quieres la puedes cambiar ahora por un regalo, o si lo prefieres, la puedes conservar, y cada vez que vengas a PABLETE´S te daré otra moneda más, y si ahorras lo suficiente, podrás cambiar todas tus monedas por un mejor regalo”.

Sin más, el duendecillo desapareció.

María conservó la moneda de plata durante algún tiempo, e incluso consiguió ahorrar muchas más, y misteriosamente, durante el tiempo que las conservó, le dieron mucha suerte y felicidad, hasta que un gran día, María decidió cambiar las monedas por un gran regalo.

FIN